Aldeacipreste

La Matanza del Cerdo

¿Has estado alguna vez en la tradicional matanza del cerdo?
¿cómo transcurre y cómo se vive en primera persona un día de matanza?
Ya no es tan frecuente, pero aún se celebra la matanza del cerdo en Aldeacipreste.
Todos los años entre mediados de diciembre y enero, tiene lugar al igual que en la mayoría de los pueblos, una de las fiestas familiares mas arraigada y popular de cada año, es la fiesta de la matanza, la que reunirá en casa a toda la familia, algo que en raras ocasiones se volverá a repetir a lo largo de
todo el año.
Los preparativos para la matanza empiezan unos días antes del día en que se mata el cerdo. La víspera de la matanza se reúnen las mujeres para preparar los utensilios y cacharros que se han de utilizar al día siguiente, se friegan los barreños, los baldes y las calderas, también se limpiaran las espumaderas y el gran cucharón de madera, hay que raspar las trébedes grandes y preparar la leña para calentar el agua que se utilizará para pelar el cochino primero y después para cocer las morcillas, también habrá que afilar los cuchillos y desentumecer el gancho.
El día de la matanza se consideraba como una fiesta. Llega el momento de la jornada. Se acude a buscar al animal con algunas horas sin comer. El cerdo, entre gruñidos, acaba por salir de la pocilga a fuerza de empujones y tirones de orejas y rabo, sin que faltase la ocasión en la que el animal eche a correr y tirar por tierra a todo aquel que intenta sujetarlo.
Cuando se consigue aplacar las iras del cerdo, se le sube al banco y algún experto familiar o vecino le clava el cuchillo. Las mujeres se apresuran a recoger la sangre en un caldero.
Pasados estos malos momentos, todo eran risas y alegres comentarios de grandes y pequeños. La alegría sigue mientras el cerdo es llevado a chamuscar, haciéndole la última cama con helechos y tapándolo después con más helechos que se prenden en una gran hoguera.
Como generalmente hacía frío, se forma un corro alrededor de la hoguera y se extienden las manos para que éstas no se amoraten.
Chamuscado el cerdo, se lava con agua y se raspa con cuchillos o trozos de teja para que su piel quede bien limpia, y a continuación se le saca las pezuñas.
A continuación se le abre en canal y se le corta la lengua como muestra para que lo analice el veterinario.
Pasados estos malos momentos, todo eran risas y alegres comentarios de grandes y pequeños. La alegría sigue mientras el cerdo es llevado a chamuscar, haciéndole la última cama con helechos y tapándolo después con más helechos que se prenden en una gran hoguera.
Como generalmente hacía frío, se forma un corro alrededor de la hoguera y se extienden las manos para que éstas no se amoraten.
Chamuscado el cerdo, se lava con agua y se raspa con cuchillos o trozos de teja para que su piel quede bien limpia, y a continuación se le saca las pezuñas.
Pasados estos malos momentos, todo eran risas y alegres comentarios de grandes y pequeños. La alegría sigue mientras el cerdo es llevado a chamuscar, haciéndole la última cama con helechos y tapándolo después con más helechos que se prenden en una gran hoguera.
Como generalmente hacía frío, se forma un corro alrededor de la hoguera y se extienden las manos para que éstas no se amoraten.
Chamuscado el cerdo, se lava con agua y se raspa con cuchillos o trozos de teja para que su piel quede bien limpia, y a continuación se le saca las pezuñas.
Pasados estos malos momentos, todo eran risas y alegres comentarios de grandes y pequeños.

Pasados estos malos momentos, todo eran risas y alegres comentarios de grandes y pequeños. La alegría sigue mientras el cerdo es llevado a chamuscar, haciéndole la última cama con helechos y tapándolo después con más helechos que se prenden en una gran hoguera.
Como generalmente hacía frío, se forma un corro alrededor de la hoguera y se extienden las manos para que éstas no se amoraten.
Chamuscado el cerdo, se lava con agua y se raspa con cuchillos o trozos de teja para que su piel quede bien limpia, y a continuación se le saca las pezuñas.